El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, volvió a criticar al gobierno chino por su gestión de la crisis sanitaria y aseguró que “las autoridades del país podrían haber detenido la plaga, pero no lo hicieron”.
Además, según el mandatario norteamericano, la administración de Xi Jinping está utilizando políticamente la pandemia del coronavirus para instalar una propaganda “anti Estados Unidos” en la comunidad internacional.
Ante las acusaciones de Trump, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, opinó que la forma de gestionar el brote de coronavirus por parte de EE.UU. fue bastante ineficiente y contradictoria.
“Claramente se ve que la comunidad internacional en general está en desacuerdo con las acciones de Estados Unidos de tergiversar los hechos, contradecirse, culpar a otros y socavar la cooperación internacional en el combate a la pandemia.”, expresó el funcionario chino a la agencia de noticias estatal Xinhua.
Luego de las declaraciones de Zhao, el jefe de Estado norteamericano contraatacó mediante sus redes sociales y evidenció que existe un fuerte descontento con el gigante asiático.
“El portavoz habla estúpidamente en nombre de China, tratando desesperadamente de desviar el dolor y la carnicería que su país extendió por todo el mundo. Su desinformación y ataque de propaganda contra los Estados Unidos y Europa es una desgracia. Podrían haber detenido fácilmente la plaga, ¡pero no lo hicieron!”, sentenció Trump a través de su cuenta de Twitter.
….It all comes from the top. They could have easily stopped the plague, but they didn’t!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) May 21, 2020
Antes del brote del coronavirus, Estados Unidos y China habían logrado llegar a una tregua después de más de 18 meses de una guerra comercial. Sin embargo, ahora las tensiones entre ambas naciones están en su peor momento, aunque todavía ninguna de las dos partes haya tomado represalias significativas al respecto.
Pero lo cierto es que el Senado estadounidense ya está planificando una ley para impedirle a algunas compañías del gigante asiático cotizar en la Bolsa de Nueva York. Como es el caso de Alibaba y Baidú, dos firmas que se dedican a lo mismo que Amazon y Google, pero dentro de China.
Este viernes, los principales índices de Wall Street se revalorizaron más de un 35% desde los mínimos registrados a mediados de marzo. No obstante, las desafortunadas declaraciones por parte de Donald Trump y las autoridades del gobierno chino están aumentando la incertidumbre en un mercado que se encuentra artificialmente alto por las medidas de estímulo monetario implementadas por la Reserva Federal.
Si las tensiones entre China y Estados Unidos siguen escalando, es probable que el rebote al alza termine abruptamente y se dé comienzo a una segunda etapa del crash bursátil.
