Una semana nos separa de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos y Wall Street lo apostó todo a uno de los candidatos. Descubrí la fórmula para ganar como los grandes.
Imaginá que estás sentado en una mesa con varios apostadores y todos visualizan cuál será la jugada ganadora, la que se llevará todo el dinero en juego, pero si sos lo suficientemente rápido y te anticipás, sos capaz de vencerlos a todos.
Salgamos del mundo metafórico y hablemos en serio: lo que te conté recién es posible.
Una semana nos separa de las elecciones presidenciales de los Estados Unidos y Wall Street ha apostado todo a uno de los candidatos.
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El próximo presidente de EEUU según Wall Street
Sí, por supuesto, se trata de Hillary Clinton, cuyas políticas cuentan con el visto bueno del mercado bursátil –más allá de que causara una caída en las empresas biotecnológicas una vez que afirmara que el precio por los medicamentos es exagerado -, dado que brinda previsibilidad y estabilidad.
Lo cierto es que una hipotética victoria de Donald Trump –no es algo que pueda descartarse-, pone nerviosos a los mercados porque traería un “brote de volatilidad” en los mercados.
Por ejemplo, hay quien cree que una victoria del republicano pondría en marcha algunas de sus propuestas como aumento del déficit público, nombramiento de un presidente de la Reserva Federal u obstáculos a la inmigración y e comercio podrían impulsar los rendimientos estadounidenses al alza.
Pero al mismo tiempo, si Trump se impone en las urnas había un movimiento de huida del riesgo debido a la incertidumbre asociada con su figura, planteando más inestabilidad al mercado.
Pero ¿en qué se basan las preferencias de Wall Street? Y ¿cómo podemos sacarle provecho?
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Wall Street según el presidente de turno
Los números señalan que el mercado tiene una mejor performance cuando al frente del país estuvo el Partido Demócrata, a pesar de la suposición de que los republicanos son más favorables al sector empresarial.
Esto lo podemos ver con la rentabilidad media del S&P 500 desde el año 1939…
Entre 1930 y 2015, el S&P 500 subió 11% promedio durante el primer año de gestión demócrata, mientras que cuando el gobierno fue republicano tuvo un retroceso de 1 punto, debido a los mecanismos proteccionistas que usa el último sobre la economía.
Durante el último año, cuando se acerca el final del mandato, el presidente de turno suele desempolvar las clásicas recetas republicanas para no perder votantes, políticas económicas que impactan negativamente sobre Wall Street.
Desde el año 1945, el índice S&P 500 se ha revalorizado 10% durante el mandato demócrata y 6,7% si es republicano.
Entonces ¿cómo debe posicionarse un inversor de cara a las elecciones presidenciales de los Estados Unidos?
En una presidencia de Hillary Clinton
De cumplirse los designios de Wall Street –y las encuestas-, que dan ventaja a Hillary Clinton, las empresas favorecidas serían las energéticas y las corporaciones de productos masivos.
En un informe de OreyFinancial se mencionan a modo de referencia Wallmart, Johnson & Johnson o Procter & Gamble, dado que un incremento en el salario mínimo debería traducirse en un aumento en el consumo básico.
Además, el sector financiera no las tendría todas consigo, dado que grandes bancos como JP Morgan, Citigroup, Wells Fargo, Goldman Sachs o Bank of America, podrían enfrentarse a restricciones adicionales, al ser las instituciones consideradas de importancia sistémica en los Estados Unidos.
Tampoco queda en buen pie el sector farmacéutico ante un triunfo de Hillary Clinton, dado que defiende a las regulaciones y las medidas para controlar los precios de los medicamentos, lo que podría tener un claro impacto negativo en algunas empresas del sector.
Las tecnológicas no quedan fuera de la regulación propuesta Clinton, lo cual supondría un incremento en los costos en empresas como AT&T, Verizon o Comcast.
En una presidencia de Donald Trump
Si Donald Trump accede a la Casa Blanca saldrían beneficiadas los valores relacionados con el petróleo, la minería y el gas, como Exxon Mobil, Chevron o ConocoPhilips, debido a la apuesta del candidato por los combustibles fósiles, la energía nuclear y el carbón.
En cuanto a las empresas ligadas a la salud, el apoyo de Trump a métodos anticonceptivos beneficiaría a empresas como Bayer.
Pero más allá de las diferencias, ambos harían que ganaran las empresas ligadas a la Defensa, porque ambos candidatos han mostrado posturas más agresivas que el mandatario Barack Obama en cuanto al uso de la fuerza militar.
Ambos candidatos también han anunciado grandes proyectos de infraestructura que deberían ser financiados con alguna emisión de modo que el mercado de bonos tendrá alimentación.
Dada la magnitud de estas obras, se especula con un estiramiento de los plazos de los títulos, lo que subiría los rendimientos de los títulos del gobierno a 10 y 30 años.
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