Los bancos centrales del mundo acostumbraban a marcar la pauta en el mercado con sus decisiones pero actualmente esta tendencia parece estar cambiando. ¿Qué está sucediendo exactamente?
Los bancos centrales del mundo parecen estar perdiendo el control del contexto financiero. Estos actores que en el pasado marcaban tendencia en el mercado a su antojo con sus políticas, hoy están perdiendo poder de influencia.
Al tiempo que los inversores estaban atentos a las declaraciones de la presidenta de la Reserva Federal estadounidense (Fed) en días recientes, la plaza bursátil no sufrió variaciones de ningún tipo en función de los testimonios.
Por el contrario, registra su quinta jornada consecutiva a la baja.
Además, el yen continúa su racha en ascenso a pesar de las intensas medidas de flexibilización que mantiene activas el Banco de Japón.
Lo mismo sucede con el dólar, cuya última jornada hábil culminó a la baja sin importar el endurecimiento de la política monetaria estadounidense.
Así como estos ejemplos, podríamos citar muchos más que dan fe de nuestra premisa inicial.
¿Qué significa esto en términos de inversiones?
De acuerdo con información de Market Watch, los expertos aseguran que los activos mantendrán el descenso en el futuro inmediato, independientemente de la retórica de la Fed con respecto de la dirección a seguir con las tasas de interés.
Esta falta de credibilidad de la entidad, así como de sus homólogas, sugiere que éstas tal vez no sean capaces de salvar el mercado accionario en los próximos meses.
El mensaje del mercado es que los organismos en cuestión no tienen el mismo impacto en la escena que una vez tuvieron y de producirse alguno, sería negativo.
La influencia de los bancos centrales en el pasado fue tal, que entre los entendidos se popularizaron las denominaciones “Greenspan put”, “Bernanke put” y actualmente “Yellen put”, en honor a quienes han estado a la cabeza de la Fed en los últimos años y lo que implicaba su postura para el mercado.
Un put option u Opción de Venta es un instrumento que le da al inversor el derecho de vender un activo a un precio determinado. En otras palabras, los inversores optimistas podían contar con los bancos centrales para fijar un piso de precios en la plaza. De ahí que la expresión incluya el término put.
No obstante, la realidad actual es muy diferente.
El factor dólar
Por si fuera poco, ahora el rol de las entidades, –al menos el de la Fed– parece más limitado.
De acuerdo con datos de CNBC, el dólar es una variable clave que condiciona el comportamiento de la entidad y sus intenciones de continuar con el alza de las tasas de interés en su próxima reunión en el mes de marzo.
Una fortaleza de la divisa sería un dolor de cabeza para el organismo, cuyos efectos en la plaza bursátiles son notables.
Sumado a ello, ejercería presión sobre la frágil economía global y por ende obligaría a la Fed a pensar dos veces antes de subir las tasas.
En el viejo continente, las tasas de interés negativas también se presentan como una tendencia perjudicial para los inversores.
Ante tanta incertidumbre y poco margen de maniobra de los organismos, usted debe considerar posicionarse en activos refugios como el oro y el dinero líquido, sin dejar de lado aquellos instrumentos que según su criterio gocen de potencial para su cartera.
La estrategia de negocios más segura en este momento se basa en la diversificación y el balance, por lo que el enfoque sugerido se adapta perfectamente a esta dinámica.
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