En este artículo de Inversor Global, conozca cómo hacer jugadas preventivas de negocios ante los cambios inesperados del entorno de negocios.
Una de las claves fundamentales del éxito en las inversiones consiste en actuar de manera preventiva, en lugar de recurrir a reacciones post caos. Aunque el curso de los mercados no es del todo previsible, se pueden tomar algunas medidas que permitan atenuar los efectos de la volatilidad en este sentido.
Ante la bonanza que vive el escenario bursátil actualmente, este principio cobra relevancia, debido a que la dinámica de éste es cíclica y por ende, luego de períodos de vacas gordas, siempre viene la época de las flacas.
Prevenir en lugar de lamentar
Históricamente, mientras más largo ha sido el período de alza de los activos en el contexto de valores, más traumática es la corrección que le sigue. Tenga entonces en cuenta lo que puede estar por venir luego de la bonanza que tiene lugar desde 2009 en las bolsas internacionales.
Gran parte de los analistas considera que llegado el momento del desplome, este representará una depresión de entre 35 y 50% de las valoraciones de los activos de renta variable.
¿Cómo debe prepararse para sobrevivir a este potencial escenario?
De acuerdo con MarketWhatch, existen tres estrategias que usted puede adoptar en este caso:
Lo primero que debe preguntarse es ¿cuánto está dispuesto a perder? Si por ejemplo, considera que no puede manejar un margen de pérdida equivalente a un 20% de su portafolio, lo ideal es reducir sus activos a un nivel aceptable en el que pueda mantener suficiente capital, para realizar adquisiciones claves en cuanto se produzca esta reducción del 20% en los mercados. En este contexto, usted debe ser totalmente honesto consigo mismo y reflexionar acerca de si es capaz de tolerar una reducción del 20% en la valoración de su cartera y direccionar un porcentaje similar a nuevas inversiones en el potencial mercado en declive.
En segundo lugar, debe tener presente el “Factor Miedo”. A medida que el mercado cae en picada, el pánico en las masas aumenta exponencialmente, ocasionando que la voluntad por dar un paso contundente disminuya, a medida que los precios se erosionan.
Los inversores más exitosos han acumulado ganancias extraordinarias haciendo uso del pánico. El provecho que puede obtenerse de esta emoción radica en seguir la apuesta contraria a lo que el miedo sugiere. Cuanto mayor beneficio, más grande es el riesgo, por lo que en ese caso se debe vender la acción en cuestión. En el caso contrario, cuanto mayor sea el pánico en función de la subvaluación, más prometedora es la oportunidad, así que ante ello la opción acertada es comprar.
Por último, si se acerca un escenario de catástrofe, usted puede optar por reducir sus tenencias de manera compensatoria. Esto quiere decir que, si por ejemplo, si el alza en la renta variable se acentúa en 5% y en ese sentido aumenta el riesgo, usted puede trasladar 33% de su capital invertido en este rubro, al ámbito de la renta fija, y así protegerse de un colapso repentino en las acciones.
Este tipo de estrategia reducirá el riesgo en su portafolio independientemente de la dirección que tome el mercado.
Sea precavido y mantenga su patrimonio bajo la mayor protección posible.
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