Para los escépticos, que desconfiaban de la recesión de Brasil, ahora hay pruebas. Si bien para determinar y diagnosticar esta situación, es necesario contar con todos los indicadores económicos, la variación de la inversión extranjera directa es una de las mayores evidencias. Cifras actuales revelan que el sector industrial del país tropical perdió competitividad y entre enero y julio de este año el volumen de inversiones extranjeras se redujo ocho puntos en comparación con el mismo período de 2013.
Del 32,08% recibido en el primer semestre del año pasado, la IED cayó al 25,09%. De acuerdo con un artículo publicado ayer en el periódico O Estado de San Pablo, es la participación más baja desde 2000. Asimismo, mientras el PBI sostiene un crecimiento de 1,4% considerando cuatro trimestres, la inversión cayó 0,7% en la misma comparación.
Tal como señala el diario El Cronista, un retroceso de la inversión ahora significa una baja capacidad de recuperación en el futuro, que las empresas no están preparándose para aumentar la oferta de bienes en la economía, que cayó mucho el grado de confianza y que será una tarea complicada volver a poner a caminar a la economía.
Hay que decir que tomando el acumulado de los dos trimestres, la recesión de lo que va de 2014 es la más baja de las que ocurrieron en los últimos 18 años. Pero se trata de un pequeño triunfo para un gobierno que dentro de cinco semanas enfrentará, en las urnas, el juicio de la población.
Entre los motivos de pérdida de competitividad del sector se encuentran la elevada carga tributaria, la infraestructura deficiente, el alto costo del capital y el tipo de cambio. Hoy, la industria está cinco puntos por debajo del nivel de septiembre de 2008, cuando eclosionó la crisis internacional.
Otra evidencia de la crisis industrial es la rápida caída de su participación en el PIB. En el segundo trimestre de este año, el peso del sector fue del 10.7%. En el mismo período del año pasado, fue del 11,4%. En 2010, correspondía al 14% del PIB.
Brasil, la séptima economía mundial, entró técnicamente en recesión al registrar dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, según las cifras oficiales divulgadas por el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE, estatal). El PIB del segundo trimestre cayó 0,6% en relación a los tres meses anteriores; mientras el crecimiento del primer trimestre fue revisado a la baja, de 0,2% a -0,2%.
La presidente de Brasil y candidata a la reelección, Dilma Rousseff, indicó que espera una mejora de los indicadores económicos en el segundo semestre. El Gobierno ha reducido sus expectativas de crecimiento este año a 1,8%, mientras el mercado cree que el alza del PIB en 2014 será mucho menor, de apenas 0,7 por ciento.
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