Este lunes se eligió como nuevo presidente de la Comisión Europea al político luxemburgués, Jean-Claude Juncker. La mayoría de los líderes de los estados miembro lo eligieron para tal cargo, y los únicos que se opusieron fueron el primer ministro de Reino Unido, David Cameron, y el ultraderechista de Hungría, Víctor Orban.
Juncker, de 59 años, ha sido testigo principal de la transformación de la Unión Europea, del nacimiento de la moneda comunitaria, de la crisis de la deuda y el rescate de algunos de los países miembro y otros hechos.
Sin embargo, el nombramiento podría significar un revés para los políticos involucrados, ya que David Cameron ha sido un férreo opositor de que sea la persona al frente de la Comisión, e incluso ha manifestado que su país podría abandonar la Unión Europea. Esto afectaría fuertemente a la economía de la región, que encuentra un soporte importante en ese país.
El pasado viernes, durante la nominación de Juncker, varios líderes trataron de tranquilizar al Primer Ministro, que además representa a una población británica que cada vez se desilusiona más con la comunidad. Los mismos le afirmaron a Cameron que estarán pendientes de cómo seguirá el desarrollo de la Unión Europea en el futuro, además de tratar de resolver las preocupaciones que él tiene sobre las políticas y decisiones que se tomarán en adelante.
El Primer Ministro de Gran Bretaña indicó este lunes que era un “grave error” que no se haya buscado un aspirante alternativo y que fuera elegido por unanimidad para ese cargo, además de afirmar que en tres años, cuando se lleve a cabo el referendo de permanencia de la nación a la Unión Europea, serán los mismos ciudadanos los que tomen la decisión final.
Aunque Juncker ya fue oficialmente elegido, su nombramiento aún deberá ser aprobado por el Parlamento europeo, que se realizará el próximo 16 de julio. Para que el luxemburgués logre ratificarse en el cargo, se necesitará la mayoría absoluta en la legislatura comunitaria. En el caso de que no se consiga, el Consejo deberá volver a reunirse.
La disputa que se lleva en la actualidad es una de las más personales de la UE en los últimos 10 años, y ha mostrado una separación entre las naciones miembro, en medio de una época en la que se trata de recuperar de una crisis económica que afectó sobre todo a España, Irlanda, Portugal y Grecia.
Hasta el momento, Reino Unido se mantiene fuera del proyecto de unión económica y de la zona de libre movimiento de viajeros, llamada “zona Schengen”.
Por otra parte, durante la cumbre en la que se eligió a Juncker, se debatió la política energética y se firmaron acuerdos de libre comercio y asociación con Ucrania, Georgia y Moldavia, para así aumentar la influencia del bloque en zonas que fueron parte de la Unión Soviética.
Finalmente, el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, insistió en que una salida de Reino Unido es algo “inimaginable” y que se trabajará por que se mantenga dentro de la UE. Alemania será el nuevo presidente del Grupo de los siete países más industrializados (G-7) con el cual pretenderá consolidar la recuperación económica que se ha gestado en la región en los últimos meses.
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