Ayer la Argentina comenzó a mover sus piezas, en lo que se prevé como una larga y tensa negociación con los fondos buitre. Esta tarde se conoció el contragolpe de sus acreedores, cuando los fondos que lideran NML Capital, propiedad de Paul Singer, le pidieron al juez Thomas Griesa que rechace el pedido argentino para que vuelva a dictar el stay, que hasta el fallo de la Corte de Estados Unidos mantenía congelada la sentencia que obliga al país a saldar su deuda.
Ahora, la pelota está en la cancha de Griesa. Sin embargo, distintos analistas sostienen que, debido a que él fue primero quien falló en contra de la Argentina, esta vez mantendrá su postura y aceptará el pedido de los holdouts. Pese a las alertas que pueda generar esto para la situación del país el fondo advirtió que “está dispuesto a evitar el default si progresan las negociaciones antes del 30 de julio”.
Stephen Spruiell, portavoz del grupo Elliott Management, justificó su pedido con esta frase: “Si Argentina realmente es seria en su intención de negociar una salida no hay ningún motivo para que las negociaciones no puedan terminar antes del 30 de julio”. Según reveló la agencia EFE, los fondos buitre consideran que tras el revés de la Corte Suprema de los Estados Unidos rige un “período de gracia” de 30 días respecto al 30 de junio, fecha del próximo pago de la deuda a los bonistas que sí aceptaron el canje.
La noticia impactó rápidamente en la city porteña y el nerviosismo por la decisión que finalmente tomará Griesa se tradujo en una nueva suba del dólar blue, que esta tarde se vendía a 12,10 pesos. Al mismo tiempo, el Merval cambió de rumbo en la mitad de su rueda y retrocedio un 0,37%: las mermas más importantes las presentaron Galicia (2,65%), Pampa Energía (2,50%) yPetrobras Argentina (2,23%)
