El pasado martes y miércoles, los directivos de la Reserva Federal de Estados Unidos sostuvieron su más reciente reunión, en la que se tomaron nuevas decisiones sobre un posible anuncio del aumento de las tasas de interés y un nuevo recorte del plan de estímulo monetario, en medio de las más recientes cifras económicas.
Finalmente, la entidad decidió reducir de 55.000 millones de dólares a 45.000 millones de dólares la compra mensual de bonos, con lo que se espera que el fin de la inyección de dinero al mercado llegue en octubre.
Tal decisión ha sido bien tomada por los mercados y analistas, que consideran que es un buen momento para que el programa termine.
Todo esto, en medio de la más robusta cifra de empleo de los últimos años. La creación de puestos no agrícolas incrementó en 288.000 nóminas en el mes de abril, al tiempo que la tasa de desempleo quedó en 6,3%, lo que marca así un mínimo en más de cinco años.
Pero éste no es el único dato alentador que mostró el país, ya que las cifras de consumo y producción industrial también fueron positivos, lo que hace pensar que lo ocurrido en los meses de diciembre a marzo -cuando se vio una ralentización no prevista- se habría dado por el crudo frío invernal que hizo que se detuviera parte de la actividad económica.
La pregunta que se hacen muchos en la actualidad es qué pasará con el aumento de las tasas de interés, que es otra de las decisiones que deberá tomar la Reserva Federal y que terminará de evidenciar la recuperación de país del Norte.
Aunque todavía no hay un pronunciamiento oficial del banco central, al momento de conocerse las cifras de empleo, los operadores anticiparon un primer aumento en las tasas de la Reserva Federal, al hacer que cayeran los futuros de las tasas a corto plazo.
Las predicciones apuntan a que ese aumento se dará en junio del próximo año, luego de que la Fed tomara la decisión de dejar los tipos entre cero y 0,25% luego de que explotara la burbuja inmobiliaria y se diera la crisis económica que dejó al país en una recesión, en 2008.
Sin embargo, no todo son buenas noticias en cuanto a la mejoría que ha mostrado el país en estos últimos meses.
Según un estudio del Banco de la Reserva Federal de Minneapolis, citado por la agencia de noticias Reuters, la desigualdad que hay entre pobres y ricos en el país ha aumentado al máximo en los últimos 50 años, en parte debido a grandes períodos de tiempo que muchos ciudadanos han pasado en la desocupación.
El anuncio del nuevo “tapering” (el retiro paulatino de la compra de bonos) vino momentos después de que el Gobierno reportara el crecimiento de la economía para el primer trimestre, que quedó en un 0,1% de tasa anual.
Los mercados y los analistas continuarán a la expectativa de cómo seguirá la economía estadounidense en los próximos meses, además de las medidas que aplicará la Reserva Federal.
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