Kick-off para la temporada de presentación de los resultados corporativos correspondientes al cuarto trimestre de 2011. Las ganancias, pero sobre todos las proyecciones de las mismas para el año que recién ha comenzado, podrán delinear las expectativas económicas que las compañías tienen para los próximos doce meses.
Alcoa fue la primera compañía en dar a conocer sus resultados este lunes tras el cierre de la jornada bursátil. Los resultados abrieron expectativas favorables entre los analistas para lo que va a venir a pesar de que la empresa productora de aluminio haya registrado pérdidas.
En concreto, Alcoa reportó un rojo de US$ 0,03 por acción en el cuarto trimestre, en línea con las expectativas de los analistas. La grata noticia vino por el lado de las ventas, ya que éstas treparon un 6% respecto al cuarto trimestre de 2010, hasta los US$ 5.990 millones. Los analistas estimaban, en promedio, ventas por US$ 5.700 millones.
Estos resultados se dieron en un contexto donde la compañía debió soportar la caída del precio internacional del aluminio y con la aguda crisis financiera que atraviesa la Unión Europea.
Pese a que las cifras estuvieron levemente por encima de lo esperado por los analistas, Alcoa anunció que recortará su capacidad de producción en un 12%, especialmente en Europa (Italia y España), para poder hacer frente a la suba de los costos que pudiera erosionar los márgenes.
Esta semana se conocerá también el resultado trimestral de JP Morgan, uno de los principales bancos estadounidenses. El sector financiero, en su conjunto, es el único del S&P 500 donde los analistas esperan una tasa de crecimiento negativa respecto los resultados de igual trimestre del año anterior.
En los primeros días de operaciones en los mercados bursátiles, los temores sobre el agudizamiento de la crisis europea tendieron a aplacarse mientras que ganó protagonismo la solidez de los indicadores económicos de los Estados Unidos, especialmente por el lado del mercado laboral.
Asimismo, los analistas esperan con expectativas algún incentivo monetario por parte del Banco Popular de China para poder impulsar nuevamente la economía del gigante asiático, ya que en las últimas semanas se verificó una desaceleración en el margen de algunos indicadores.
