Todos hemos venido escuchando, desde hace tiempo, la teoría del crecimiento económico actual sustentada en la inagotable demanda de materias primas de China y su benigna influencia en el resto del globo terráqueo. La segunda más grande economía de occidente no deja de crecer a tasas de más del 10%, y su prosperidad se derrama sin duda al resto de los participantes del comercial mundial.
Sin embargo, como cita una interesante nota aparecida en el prestigioso diario “The Economist” (Puede ser leída en el siguiente link:
http://www.economist.com/finance/displaystory.cfm?story_id=8674169 ), uno de los pocos mercados accionarios globales que no se encuentra en estos momentos inmerso en la ola de optimismo general de nuevos máximos es, paradójicamente, el chino.
Luego de rendir más de un 100% en 2006 y arrancar el 2007 bien arriba, la bolsa de Shangai cayó cerca de un 10% desde ese máximo y busca ahora recuperar terreno.
¿A qué se debió este “baldazo” de agua fría? Mayoritariamente a dos situaciones: advertencias de funcionarios del gobierno chino y ciertos cambios en medidas regulatorias.
En primer lugar, funcionarios chinos de alto rango advirtieron detectar comportamientos de “burbuja financiera” en una gran cantidad de ciudadanos, ya que los bancos informaron que sus clientes están hipotecando sus casas con el fin de comprar acciones, algo similar a lo ocurrido antes de la crisis de 1930 en EE.UU.
En segundo lugar, existen rumores de que el Banco Central de China reforzaría sus esfuerzos por enfriar el crecimiento de la economía mediante una batería de medidas financieras, lo cuál asusta a los inversores porque siempre existe el riesgo de que la medicina sea peor que la enfermedad.
Desde que el mercado accionario de China comenzó a cotizar a principios de los ´90, han ocurrido varios escenarios de euforia, cada uno seguido de fuertes y violentas caídas. Parecería que los funcionarios chinos buscan prevenir esta vez este comportamiento, habida cuenta de que, ante el crecimiento del mercado accionario, existe el riesgo de que esta vez una fuerte caída del mismo termine repercutiendo en la economía “real”.
Obviamente, también existen los inversores que ven esta caída ¿momentánea? como una posibilidad de compra, apostando a una sana corrección de mercado que no tendría sustento en el mediano largo plazo. Esta posición es entendible si pensamos que, según los pronósticos, los beneficios corporativos de las empresas chinas deberían subir más de 20% en 2007 según la banca de invesión de JPMorgan.
¿Existe alguna manera para que el lector de este artículo pueda plasmar una u otra creencia del mercado accionario Chino en una apuesta de riesgo en la bolsa?
Por supuesto, a través del creciente universo de los ETFs todo es posible. Mediante el FTSE/Xinhua China 25 Index Fund cuya sigla es FXI se puede comprar o vender en descubierto las acciones líderes del mercado accionario Chino.
Eso sí, recomiendo antes analizar detenidamente los activos que componen este ETF en el siguiente link:
http://www.ishares.com/fund_info/detail.jhtml?symbol=FXI.
